
Interesante como comen los bebes. Por ahora Luana hace todo como si la vida le fuera en ello, ya sea llorar o chupar de la mamadera.

Intentando lograr el "provechito", pero sin éxito. Debió culminar el padre esta tarea -Germán-, quién con facilidad le arrancó dos tremendos eructos, tan sonoros y fuertes que a uno le cuesta lograr imaginar que algo tan pequeñito es capaz de realizar semejante hazaña.
Días antes me tocó nuevamente ayudar a limpiarla. Lo mío fue levantar y sujetarle las patitas mientras Luana se quejaba (¡que carácter tiene!). En fin, eso de la limpieza mejor no describirlo, ya que Germán debió limpiarle hasta la espalda; digamos que Luana por ahora es chiquitita pero rendidora...