Luana otra vez esta llorando como si le fuera la vida en ello. Esta vez me toca ser testigo. Sigo aca en la pc, trabajando, mientras Germán prepara a Luana (por ahora la va desnudando) y Ana fue a buscar no se que cosa a la cocina o baño (agua tibia probablemente). Le da gran bronca a Luana todo el proceso de que la cambien. Se le hinchan los cachetes (cachetes que le han ido creciendo bastante en los últimos días en base a sus buenas conductas alimenticias y a las dotes de la madre que se ha convertido en una ejemplar fábrica de productos lácteos), se le hinchan los cachetes, decía, abre la boca, saca la lengua, enseña las encias desdentadas, cierra apretando con fuerza los ojos y frunce las cejas mientras larga llantos a diestra y siniestra.
En determinado momento me acerqué y empecé a hablarle pavadas; por unos instantes logré llamar su atención y distraerla del asunto de llorar. Pero menos de un minuto después, mis pavadas la habrán aburrido y comenzó todo el jaleo de nuevo. Muy interesante todo este asunto; seguiré indagando.
jueves, 3 de julio de 2008
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